Con 364 km. cuadrados, es el municipio más extenso de Navarra. Lo componen 15 núcleos: Oronoz-Mugaire, Arraioz, Irurita, Almandoz, Berroeta, Aniz, Ziga, Lekaroz, Gartzain, Elbetea, Arizkun, Azpilkueta, Erratzu, Amaiur-Maya y Elizondo, capital del valle. Tierra de hidalgos, indianos y aventureros, que se lanzaron a la nueva América y volvieron con plata y oro, con los que construyeron abundantes palacetes y casonas, monasterios, puentes e infraestructuras para armonizar la comodidad urbana con los bosques, rios y el frio, húmedo y oscuro entorno que aglutina el valle.
El valle de Baztán está sembrado de cumbres de alrededor de mil metros donde chaporretean caseríos dispersos por las laderas donde el ganado campea a sus anchas. Más del 80 por ciento de las tierras son comunales, y las barreras sólo guardan un fín: la contención de los animales. El Valle de Baztán se halla inserto en un sistema jurídico pirenaico, constituido por un equilibrio entre personas y recursos, lo que inspira sus características jurídicas esenciales.
Es en el ámbito del Derecho Pirenaico, dónde se halla el fondo jurídico
común. La familia se identifica a la Casa y las distintas Casas forman la Comunidad
vecinal. El Derecho de la Casa y de la Comunidad vecinal, se halla estrechamente
ligado al poblamiento del país y de los Pirineos en general. Estas disposiciones
sobre la Casa y la Comunidad vecinal son comunes en lo fundamental a toda la cordillera pirenaica, pues estas instituciones jurídicas coinciden en extensión con la de
los idiomas y con la de la toponimia vasca y gascona y son Derecho positivo, vigente, en la actual Navarra.
De acuerdo con las Ordenanzas del Valle: Baztán es tierra pródiga en leyendas y lugares mágicos. Su naturaleza, lujuriante y misteriosa, y la gran cantidad de dólmenes (monumentos megalíticos) salpicados por doquier explican la pervivencia de mitos y personajes fantásticos.
El Señor del bosque. Dicen que tiene su morada en lo más profundo de los bosques o en cavernas situadas en lugares con bastante altitud, inaccesible para cualquier persona. Quien ha dicho verlo cuenta que tiene un enorme cuerpo de forma humana, todo cubierto de pelo y con una larga cabellera roja que le llega hasta las rodillas, cubriendo casi todo su rostro, su pecho y su vientre. Uno de sus pies tiene una característica muy especial, ya que es circular con una enorme pezuña. Es muy alto, aproximadamente entre 2 ó 3 metros. Tiene una personalidad audaz y dispuesto en todo momento a ayudar a las personas.
El Basajaun es el protector del bosque y de la naturaleza en general. Aunque aparentemente da la sensación de tener mal humor, en realidad cuida de los rebaños y las ovejas y cuando se acerca la tormenta da enormes aullidos y silbidos para que los pastores pongan a resguardo sus animales. Los protege de los lobos y alimañas- Cuando las ovejas saben que el basajaun está cerca hacen sonar sus cencerros, y así los pastores pueden estar tranquilos porque ese día, o esa noche, saben que el rebaño está protegido de los lobos. En agradecimiento, los pastores dejaban en el suelo trozos de pan y queso para premiar a los basajaun.
En la cultura vasca también es conocido como el Yeti Vasco, y es quien enseño a los humanos todo lo referente a la metalúrgica y la agricultura, y cómo cultivar los cereales, además dio origen a las actividades propias relacionadas con la herrería y corte de madera. El ser humano aprendió muchas actividades que fueron enseñadas por este personaje: cómo cultivar el trigo, la fabricación, fabricación y utilización de la sierra, la soldadura de metales...Es el creador de la sierra para cortar madera. Hasta que llegó San Martinico y le arrebató el invento: nombre de origen vasco que en euskera significa “Madre Tierra” o “Tierra Madre”, es la principal entidad de origen paleolítico de las tradiciones paganas pre-cristianas del País Vasco. . Está relacionada con la diosa Mari, que es la personificación de toda la naturaleza y a su vez es la divinidad superior que domina a todos los personajes mitológicos, teniendo una relación especial con la Tierra y, según antiguas creencias, siendo la personificación de Amalur.
Hubo un tiempo en el que la cosmovisión de las primeras culturas europeas en nada se diferenciaba de la del resto de pueblos indígenas de nuestro planeta. Durante un inmenso periodo de más de 35.000 años (del Paleolítico al Neolítico) y según las evidencias del arte simbólico prehistórico y las mitologías arcaicas, parece ser que se compartió la misma idea que giraba alrededor de la figura de la Gran Madre Naturaleza y fue compartido en todo el continente euroasiático. El posible hallazgo más arcaico del culto a esta entidad podría registrarse en Karrantza (Bizkaia) y data de la cultura Magdaleniense (una de las últimas culturas del Paleolítico Superior, que se percibió al norte de España, entre otros países de Europa -Francia, Suiza y Alemania-), es decir, una cultura que va de entre el 15.000 y el 8.000 a.J.C..
La fe en Amallur es muy antigua en el pueblo vasco, anterior a la invasión de los pueblos indoeuropeos. Ya que estas culturas que llegaron del este a Europa. Fueron éstas las que introdujeron la creencia en divinidades celestes
Es el dios del cielo, el dios supremo creador diferentes fenómenos atmosféricos provocados por él mismo y sus diferentes estados de ánimo. Podía adoptar forma humana porque su poder consistía precisamente en controlar y adaptar cualquier manifestación de la naturaleza en su forma pura.
Fue el encargado de crear el mundo y el cielo azul, este dios estuvo desde el principio que se fundó el humano donde sólo existía el cielo y el espacio, para aquel entonces para el dios Urtzi ese mundo era demasiado pequeño para contener lo que podría ser su poder.
Como se aburría, se pasaba el tiempo jugando con pequeñas partículas, convirtiéndose en su pasatiempo, debido a esto decidió crear una obra mucho mayor y con ella tener diferentes juguetes. Urtzi cogió una de esas partículas con las que tanto jugaba y la hizo crecer de tal forma que detonó en todas las direcciones y con una velocidad que nadie podría ver.
Esta gran explosión hizo que el universo se expandiese más aún más y muchos de los pedazos que quedaron de esa gran explosión se conviertieron en lo que hoy conocemos com estrellas. Otros trozos se convirtieron en los planetas.
Urtzi, el dios de la creación, decidió darle forma a los planetas creados; a unos los pintó de rojo, a otros les puso anillos, otros de azul...
En ese punto decidió crear a un asistente que se encargaría de ordenar los planetas, el asistente que creó para que llevara el último planeta azul, hecho de barro y bastante sucio y caótico, era la diosa Amalur, también conocida como la Madre Tierra.
Amalur separó entonces las aguas de las tierra y creó una enorme isla, después creó las plantas. Cansada de todo lo que había hecho, la diosa se fue hasta las orillas del mar a descansar, llamó al dios Urtzi y le pidió varios ayudantes más que le permitiran cuidar y proteger los bosques y los peces que ella había creado en el mar.
Urtzi, apreció el enorme trabajo de la diosa y accede a su petición y entonces crea a Basajaun que sería el encargado de proteger los bosques, y éste último a su vez creó a las lamias, quienes serían las encargadas de cuidar las aguas y los seres vivos.
Creada por el basajaun, es una mujer que tiene la mitad del cuerpo en forma de un animal. La parte superior de este criatura es de una hermosa mujer con cabellos largos negros, rubio e incluso de color rojizo, esta puede tener la otra mitad del cuerpo la forma de una gallina, pato o de una cabra. Parece, por lo que se ve que tiene una gran similitud con las sirenas. Estas características tan peculiares se remontan a las ideas de las mujeres que poseían pies de animales, aproximadamente hacia el siglo III a.C., asimismo cuando las vinculan cerca de las costas aparecen con cola de pez, parecidas a las sirenas y diosas de los mares.
Esta criatura se dedica a hilar y fabricar hilos para tejer, lavan la ropa, cocinan, sobre todo por la noche, cuando los habitantes de las casas están durmiendo.También construye dólmenes, puentes, casas y otras construcciones similares.
Una de sus actividades preferidas es la de peinarse su larga cabellera a la orilla del río o del mar con un peine de oro. Suelen vivir en cuevas, manantiales, rios, estanques y pozos, y si estás atento tal vez las puedas ver por las noches. Si eso llega a ocurrir, no se te ocurra invitarlas a comer otra cosa que no sea pan, tocino o sidra. Únicamente se alimentan de esas tres cosas.
Cuidado, porque pueden hacer que una persona entre en trance y les lleve a realizar ciertos trabajos, en lugar de realizarlos ella misma. Antes de morir, estas criaturas buscan que las vea algún ser humano para que pueda rezar algo por ellas. Cobran los impuestos no declarados por los labradores. Esta es la razón por la que aparecen como defensoras de la honradez, y en contra del fraude.
Los hombres, particularmente, solían caer bajo sus encantos y se enamoraban locamente de ellas dada su gran belleza. Fueron extinguiéndose con la llegada del cristianismo, la construcción de iglesias y ermitas, el toque de las campanas y los diferentes rezos hechos por los creyentes a otras divinidades, llegándose prácticamente a la extinción.
También son conocidas por ser capaces de chuparle la sangre a los niños, tal vez antecedentes de los vampiros; también, durante mucho tiempo fueron vistas como las sirenas que inundan los mares, siendo capaces de seducir a los hombres y llevarlos a las profundidades de estos.
Reza una leyenda que a un pastor, cuyo rebaño cuidaba entre los montes Anboto y Arangio, se le aparecían las Lamias a menudo, y éstas le danzaban por los aires para diversión del joven. El pastor no sabía que eran Lamias y se lo pasaba muy bien con ellas.
Con una de ellas entabló una especial amistad, e incluso ella lo acompañaba a su casa. Un día la joven le regaló una sortija y se prometieron matrimonio.
El pastor le contó todo a su madre que preocupada pidió consejo al cura del pueblo. Éste, receloso, le dijo que observase las piernas de su prometida.
El joven así lo hizo y se dio cuenta que sus piernas eran como las de un pato. Entonces quiso sacarse la sortija del dedo, pero por más que lo intentaba no lo conseguía, por lo que no tuvo más remedio que cortarse el dedo. Le entregó el anillo a la Lamia, dedo incluido, y volvió a su casa donde se curó y, se acostó.
La Lamia se quedó muy disgustada, y al parecer el pastor nunca más se despertó.
(Recogido de https://mitologiadevasconia.amaroa.com)
Elizondo es un lugar de la Comunidad Foral de Navarra, capital del Valle de Baztán, situado en la Merindad de Pamplona y a 57,5 kilómetros de la capital de la comunidad, Pamplona. Como el resto del municipio de Baztán, pertenece a la zona vascófona de Navarra. Su población en 2014 fue de 3194 habitantes.
Capital administrativa, jurídica, y cultural del Valle de Baztan, la Villa de Elizondo es su centro neurálgico y comercial, aglutinando entre sus ordenadas calles y casas a casi la mitad de su población total, y sirviendo en no pocas ocasiones de punto de encuentro de todos los baztandarras, tanto en ferias, como mercados, actos culturales y fiestas en general.
Es sin duda el más urbano de los 15 pueblos, el que antes ha dejado a un lado sus orígenes rurales, aunque sus barrios de Beartzun, Berro, Etxaide y Antzanborda conservan el encanto de la vida tradicional de sus gentes.
Se formó inicialmente en torno a la calle Jaime Urrutia, ahora la “calle de abajo”, que cuenta con ilustres fachadas y escudos nobiliarios espectaculares, y entre cuyos solares destaca el Palacio de Arizkunenea, (también casa del Conde y palacio de las Gobernadoras), actualmente casa de cultura, y junto a la plaza de los Fueros la casa consistorial, sede del ayuntamiento del Valle.
La casa del pueblo o Herriko etxea, en la que los vecinos celebran el tradicional “batzarre” o reunión de carácter consultivo en la que se discuten diversos aspectos de la vida cotidiana de la localidad, fue quemada hasta tres veces. En 1794 por los franceses, y en 1835 y 1876 por los españoles, siendo sucesivamente reconstruida.
En 1847 la Diputación de Navarra construye el “Camino real”, y se abre la calle Santiago, actualmente la calle principal. Al ser ésta más moderna, las casas más nobles le dan en realidad la espalda, en una muestra figurada de rechazo a la modernidad, aunque hay que señalar que con la apertura de esta carretera a Francia y hasta finales del XIX el desarrollo local fue notable.
En la tradición popular vasca la bruja siempre ha sido un personaje presente y pasado, y alrededor de ella se han creado oscuros mitos históricos y, por supuesto, muchos malentendidos. Para nuestros antepasados las brujas eran personajes odiosos, bien sea por asco o por miedo. Se le han atribuído desde siempre acciones malignas: campos quemados, niños nacidos fallecidos prematuramente, animales enfermos, accidentes domésticos y muchas desgracias más. Si sucedían por caqusaqs desconocidas se atribuían a las brujas y la brujería.
Hace cuatrocientos años, la Santa Inquisición llevó a cabo en esta zona, Zagarramurdi y alrededores, la mayor caza de brujas que se recuerda en la historia de España. Decenas de personas fueron juzgadas y once fueron condenadas a morir en la hoguera por celebrar supuestos ritos satániocos.
Bastaba una acusación para llevar al tribunal a cualquier vecino acusado de brujo o bruja. Lo habitual es que fueran mujeres. Existían intereses ocultos y, en un momento, hubo cruces de acusaciones de unas familias a otras. En la hoguera quemaron a once personas, de las cuales cinco ya habían muerto en la cárcel y las quemaron "en efigie", es decir, con cara modelada en cera. En realidad no eran mas que mujeres libres machacadas por una sociedad machista, otras eran ancianas herbolarias que conocían los secretos de la medicina natural. Para otros, los aquelarres eran auténticos actos de emancipación sexual dirigidos para minar la moral tradicional. Normalmente transmitían los conocimientos de la tierra de unas generaciones a otras. Conocían un amplio repertorio de hierbas del campo para curar y, entre ellas, la mandrágora, el estramonio para "flipar" un poco.
A diferencia de la bruja mediterránea, que era una bella hechicera, que echaba la suerte y buscaba el enriquecimiento personal engañando a los incáutos, las brujas de Euskal Herria no eran nada seductoras. Su práctica era colectiva y asamblearia, se asimilaba a una secta o iglesia secreta y asociada a un pacto de sumisión al diablo. Culminaban sus reuniones en el "sabat", "misa negra" o "aquelarre", último término éste que si lo derivamos del vasco "aquelarrea" significa "prado del cabrón". En los aquelarres se consuma el acto sexual con el diablo y se practica el infanticidio, la blasfemia y otros actos contrarios a la Iglesia. El objeto del aquelarre era conseguir poderes del diablo que se usarían más tarde y no para beneficio propio, sino para conseguir más adeptos.
La ejecución, presenciada por más de 30.000 personas en Logroño fue un hecho terrorífico y sirvió como aviso hacia toda Europa de que se había descubierto una secta en los valles vascos. El Auto de Fé de Logroño, en 1610, fue tan famoso que inmediatamente se escribieron varios libros dando todos los detalles, todos desaparecidos; únicamente se conserva uno en la Universidad de Logroño.
Aquel proceso arrastró a 2.000 acusados y cerca de 5.000 sospechosos. Pero ya antes de este acontecimiento se habían dado juicios y sentencias por supuestas acciones de las brujas en estos valles. En Euskal Herría la caza de brujas comienza ya por 1.440 y termina en 1.620. Fue breve, pero muy intensa.
Merece la pena citar la historia de una niña, Catherine de Echetoa, de apenas 14 años que ayudaba a las mujeres a cuidar los ganados y que contó haberse topado con «mucha gente que andaba danzando delante de un hombre alto, negro, disforme, con tres cuernos en la cabeza».
Cita del "Cuaderno de Actos Comprobados de Brujas de la Inquisición" de 1613: La pesadilla acababa en 1614, cuando el Consejo de la Suprema redactó instrucciones que exigían mayor rigor en la presentación de pruebas por brujería. Hasta ese momento bastaba blasfemar, tener mala fama o proferir frases aludiendo al diablo para ser denunciado de actos contra la fe. La medida rebajó las penas impuestas por el Santo Oficio que dejó de quemar brujas cien años antes que el resto de Europa. Zugarramurdi y sus cuevas se convirtieron desde entonces en un símbolo para la historia de la brujería, pero muchos niños, adultos y ancianos debieron pagar una alto precio por ello.
Pese a lo penoso de la historia en aquel momento, hoy en día no les ha venido nada mal. Un pueblo con unos 200 habitantes y actualmente hay unos 10 restaurantes y 15 casas rurales.
Hoy, en este paraje escondido entre montes, prados y caseríos que es Zugarramurdi, todavía se yerguen orgullosas algunas de las vetustas casonas que habitaron aquellas brujas y en sus calles, salpicadas por singulares edificios como el Palacio Dutaria o la Casa Beretxea -ejemplo de arquitectura civil-, permanece una atmósfera mágica, impregnada sobre las piedras de sus construcciones blasonadas.
Paseando por Elizondo me llama la atención un caserón con pinturas en las ventanas y un blasón. Le pregunto a una chica que pasa en ese momento por el lugar y me dice que es de una familia del lugar y que muchas de las casas están presididas por blasones y escudos familiares pero no sabe más. Al poco tiempo, la moza se da la vuelta y sale a nuestro encuentro de nuevo, como si hubiese caído de golpe en la respuesta correcta. Nos dice que la casa es del fundador de la cerveza Coronita.
En Navarra eran tiempos de emigración a América por entonces y uno de los que dejó Baztán y marchó a México fue Braulio Iriarte. Nacido en la casa Martindenea del barrio Txokoto de Elizondo (Valle de Baztan, Navarra) en 1860. Era hijo de campesinos, no tenía ninguna formación académica, ni oficio conocido ni dinero, pero se embarcó en la aventura, con 17 años, en 1877, a México, comu muchos en busca de fortuna.
Comenzó allá como empleado en una panadería, y a comienzos del siglo XX ya era un gran empresario panadero, con mas de ochenta panaderías. Montó una sociedad con los también navarros Fermín Echandi y Juan Oteiza, y después solo, como harinero del molino “Euskaro” en la ciudad de México, y del molino “Beti-Ona” de la “Compañía Molinera Veracruzana” en el puerto de Veracruz con sus sobrinos.
Durante la Revolución mexicana, Braulio Iriarte entra en sociedad con otros navarros y funda “Levadura Comprimida Leviatán, S.A.”, primera empresa en México dedicada a la fabricación de levadura para pan, producto antes importado de los Estados Unidos hasta la Revolución. En 1922, Braulio Iriarte fundó la “Cervecería Modelo, S.A.” empresa que comenzaría en 1925 a fabricar las cervezas de marca “Modelo”, “Corona” y “Negra Modelo”. Se inaugura el 25 de octubre de 1925.
Noventa y cuatro años después, la fábrica de cerveza sigue en el mismo lugar, su marca Corona ( aquí conocida como Coronita, por aquello de la competencia de marcas ) es la cuarta más vendida del mundo.
Los agotes son una pequeña comunidad discriminada al menos durante ocho siglos. Están dispersos por varios lugares, en el Valle de Baztán se encuentran en varios pueblos, pero sobre todo en Arizcun (el pueblo rojo, por el color de sus piedras areniscas)
No se sabe muy bien de dónde vienen pero se tienen noticias de su existencia en el año 1288, donde se les llama “christianos”. Algunas teorías mantienen que son descendientes de los visigodos. En Francia en aquellos momentos históricos, también contaban con varias comunidades de agotes, a los que denominaban como “cagots” que quería decir “perros godos”. Otra teoría considera que los agotes eran seguidores de la herejía albigense, aunque hay quien mantiene que ya existían antes de la creación de esta heregía. También se les vincula con la lepra y que por eso fueran encerrados en leproserías. Sin embargo, pasado un tiempo prudencial y al no tener síntomas de la enfermedad se les permitía volver a sus casas. No obstante, el miedo que se le tenía a esta enfermedad puede justificar la segregación que el resto del pueblo le dio a esta gente.
Estaban vinculados a gremios medievales de artesanos: canteros, albañiles, carpinteros. Su oficio más habitual era el de carpintero, debido a la creencia popular que la madera no transmitía enfermedades
Escribieron al Papa y consiguieron una bula pontiica en 1515 para que se les tratase como al resto de los fieles, no surtió mucho efecto que digamos. Tampoco dos decretos dictados en 1534 y 1548 por las Cortes de Navarra a favor de este grupo. No eran siervos, pero gozaban de la protección de la Iglesia y de una libertad restringida. Libres de cargas fiscales, tampoco eran contribuyentes, pero carecían de los más elementales derechos.
El odio hacia estas personas hizo que padres a hijos se fueran transmitiendo auténticas barbaridades sobre ellos, incluso sobre su anatomía: se decía que eran lujuriosos, como todos los leprosos, debido al color de su sangre; coléricos, orgullosos, susceptibles, arrogantes, astutos, que ocultaban entre ellos muchas cosas. Se les creyó cretinos, homosexuales, hechiceros, que se unían con las bestias, que olían mal, que apestaba su aliento, que donde ponía el pie un agote no volvía a crecer la hierba. Para ser distinguidos a distancia, se les obligaba a llevar en la espalda, en sitio bien visible, una señal en forma de pie de gato de color rojo, y tenían que hacer sonar una campanilla en su recorrido para avisar de su presencia.
Paseando por las calles me llama la atención una flor seca, pálida y con pinchos que muchas casas tienen en sus puertas. Una de ellas es especialmente bella y la fotografío, me llama la atención especialmente. Un portal más abajo hay una panadería donde hacen todos los días buen pan y buenos bollos, así es que entro dentro y, mientras compro un rico chusco, pregunto al panadero por la flor y su significado. Rápidamente me responde y todos los lugareños que hacen cola se prestan a ampliar a su manera y con orgullo de conocimiento las explicaciones que el hombre me da.
Se trata de un cardo silvestre (Carlina acaulis), también conocida como la flor del sol, que hace miles de años Amalur, la madre tierra, le dió a los hombres para proteger sus hogares de todos los males que traía la oscuridad. Una planta llena de luz y fuerza, que se ha convertido en uno de los símbolos más tradicionales de Euskal Herria.
el cambio climático y el consumo masificado, han llevado a ser catalogada esta planta como “rara” o “flora amenazada”, por lo que está prohibido cogerla del monte para evitar su desaparición. Existen pequeñas explotaciones que crian esta planta, sobre todo cerca del embalse de Urrunaga, la empresa en cuestión es Maghú Eguzkilore, donde se puede comprar directamente y a través de internet. Creo que anda por unos 120 euros, un poco caro a mi entender, no obstante existe lista de espera porque no siempre hay plantas disponibles.
Me remito al blog www.amalur-zen.com donde cuenta muy bien la leyenda de esta flor:.
Cuenta la leyenda que en el inicio de los tiempos, cuando los hombres comenzaron a poblar la tierra, no existían ni el sol ni la luna y los hombres se encontraban inmersos en una gran oscuridad, asustados por las numerosas criaturas que salían de las entrañas de la tierra: toros de fuego, caballos voladores, enormes dragones, genios y brujas… Los hombres vivían en cavernas, temerosos y expectantes, hasta que finalmente, en su desesperación, decidieron pedir ayuda a Amalur. Ante la insistencia de sus plegarias, Amalur les dijo:
– “Hijos míos, me pedís que os ayude y eso voy a hacer. Crearé un ser luminoso al que llamaréis Ilargi“.
Y así Amalur creó la Luna, que con su brillo pálido iluminó la noche y espantó a las criaturas. Al comienzo, los hombres se asustaron de la luz y permanecieron en sus cuevas sin atreverse a salir. Pero vieron que las criaturas de la oscuridad huían del resplandor de Ilargi, y salieron a celebrarlo, regocijados. Pero el susto de los genios no duró para siempre, y poco a poco, las criaturas de la oscuridad se acostumbraron a la luz de Ilargi, y no tardaron en salir de sus simas y acosar de nuevo a los humanos. Así que los hombres acudieron otra vez a Amalur, pidiéndole esta vez algo más poderoso.
– “Amalur,” -le dijeron- “te estamos muy agradecidos porque nos has regalado a la madre Luna, pero aún necesitamos algo más poderoso puesto que los genios no dejan de perseguirnos.”
– “De acuerdo,” – respondió Amalur- “crearé un ser todavía más luminoso al que llamaréis Eguzki.”
Y Amalur creó el Sol. De esta forma, el Sol sería el día y la Luna la noche. Era tan grande, luminoso y caliente que incluso los hombres tuvieron que acostumbrarse poco a poco. Gracias a su calor y luz, crecieron las plantas y aún más importante, los genios y las brujas no pudieron acostumbrarse a la gran claridad del día y desde entonces sólo pudieron salir de noche.
Pero los hombres, acudieron una vez más a Amalur para pedirle protección durante la noche, ya que los genios seguían saliendo de sus simas en la oscuridad de la noche para acosarlos. Y fue entonces cuando Amalur creó una flor tan hermosa que, al verla, los seres de la noche creerían que era el propio Eguzki y huirían aterrados. Esta es “Eguzkilore” (flor del sol). Y hasta hoy, este es el símbolo de protección que defiende los hogares de los malos espíritus, los brujos, los genios de la enfermedad, las tempestades, rayos y demás enemigos del hombre.
Lo dejo para el final y como postre. No hace falta que te guste el chocolate porque aquí te vas a hacer un adicto al mismo. La pastelería Malkorra lleva muchos años haciendo buenos pasteles y sus chocolates y pralines son únicos. El “urrakin egiña”, una acertada combinación de chocolate, leche y avellanas que crearon en los años 60 la ha hecho famosa.
El "dolmen", una especie de croissant de hojaldre sobre una base de chocolate coronado con una crema gianduja de avellana. Los marinos, están compuestos por una pasta de almendras similar a la de los cigarrillos enrollada y rellena de crema de mantequilla. Los resbalones, pastas de mantequilla. Los Jesuítas, hojaldres con crema. Los Txantxigor o Txantxingorri, postre con tropiezos de grasa de cerdo. Si habéis leído “El guardián invisible”, de Dolores Redondo, el txantxingorri es el dulce que el asesino deja sobre el pubis de sus víctimas como su “firma” personal cuando cometía un crímen.
El secreto está en la materia prima y en el buen hacer: buenos frutos secos, buen chocolate y la receta familiar.
El chocolate Urrekin eguiña (en castellano significa hecho con avellanas) es agradable a la vista; huele bien. Se parte bien. Y deja muy buen sabor de boca. No es excesivamente dulce y no sienta mal al estómago, a diferencia de otros chocolates con leche que causan ardor.
Es un baile en el que intervienen exclusivamente hombres (niños, jóvenes, adultos y autoridades) y es el más característico del Baztán. Al principio inician la danza unos pocos, y su número va creciendo poco a poco a medida que toca el txistulari.
El inicio del baile es muy original, consiste en una invitación a tomar parte en la danza. Cuatro bailarines colocados en círculo alrededor del txistulari agitan sus boinas y saludan a la concurrencia con las palabras Aunitz urtez (por muchos años). Inmediatamente los demás dantzaris, con el mismo ceremonial antedicho, dan una vuelta a la plaza en sentido contrario a las agujas del reloj, van entrando en fila, se saludan entre sí con las palabras expresadas y contestan Berzein bertzez. Al cerrarse la hilera comienza el baile con sus movimientos de rotación sobre sí mismo y de traslación en avance y retroceso alrededor del txistulari que toca melodías de ritmos repetitivos. Cada individuo interpreta pequeñas figuras circulares, pisando alrededor con los pies bastante abiertos en movimientos pesados.
Es la fiesta más representativa del valle de Baztán. Se celebra ésta el domingo posterior o anterior a las fiestas de Santiago de Elizondo (25 de julio), desde 1964. Se celebra en Elizondo, capital del valle y municipio, donde se reúnen los representantes de los y pueblos para presidir los actos. Comienza con la "Herri Meza" , celebrada conjuntamente por los párrocos de los 15 pueblos en euskera, con acompañamiento de bertsolaris, txistularis, txalaparta, conjuntos de canción y dantzaris, tras lo cual se celebra un desfile de carrozas y grupos folklóricos por las calles. Las carrozas representan escenas de la vida cotidiana del valle: Aizkolari, Artzaya, La Cocina Vasca, La Boda a la antigua usanza, etc. Cada pueblo presenta una carroza que va seguida de juventud ataviada con traje típico, txistularis y acordeonistas.
Ya a las 2 de la tarde se celebra un banquete popular con más de un millar de comensales. El menú es el propio del valle: Tortilla de Lecároz, piperrada, pollo, pastel vasco, vino, café y licores. Después de comer, diversas actuaciones en el tablado y alrededores. Todos los años se celebra también algún espectáculo por las tardes: pelota, aizkolaris, teatro, conjuntos, etc.
– IRURITA: Son las primeras fiestas del año, se celebran en mayo, el día de Ascensión.
– BERROETA: Se celebran el día de Pentecostés (mayo o junio).
– ALMANDOZ: se celebran por en el mes de junio el día de Corpus Christi.
– ARIZKUN: En honor a San Juan Bautista, patrón del pueblo el día 24 de junio. Son también muy famosos los carnavales de Arizkun.
– ERRATZU: En honor a San Pedro, patrón de la localidad, el día 29 de junio.
– AZPILIKUETA: El día de San Fermín, 7 de julio.
– ELIZONDO: las fiestas del pueblo son los Santiagos el día 25 de julio.
– ZIGA: Se celebran las fiestas el día 10 de agosto en honor al patrón de la localidad San Lorenzo.
– AMAIUR: En el mes de agosto el día 15 festividad de la Asunción.
– ORONOZ: En el mes de agosto el día 15 festividad de la Asunción
– LEKAROZ: Se celebran el día del patrón, San Bartolomé el día 24 de agosto.
– ARRAIOZ: Las fiestas del pueblo se celebran el primer domingo de septiembre.
– ELBETE: Las fiestas del pueblo se celebran el primer domingo de septiembre.
– ANIZ: Las fiestas del pueblo se celebran el primer domingo de octubre.
– GARTZAIN: Se celebran el día del Pilar, 12 de octubre.
Por la N-121-B, bien pegada al cauce del río Baztán, se llega a Irurita. En el costado derecho de la carretera se levanta el palacio Jauregia, del siglo XV, que ofrece visitas guiadas y alberga una interesante colección de pintura contemporánea.
La plaza de Irurita, o plaza del Rebote, construida en 1898, alberga el campo de laxoa, juego de pelota que se juega con guante de cuero. Cuenta con construcciones góticas y barrocas como la casa de los Gastón de Iriarte, la casa-palacio de los Duques de Goyeneche o el palacio del Marqués de Casa Torre, la última casa en la orilla derecha de la carretera dentro del propio núcleo urbano. .De estilo gótico, se trata de una antigua torre medieval reconstruida a la que se añadió en el siglo XVIII una construcción barroca más suntuosa y cómoda. En su jardín encontramos un pequeño bar abierto al público.
En las afueras del pueblo llama la atención la construcción más antigua del Valle de Baztán que se conserva: El Palacio de Dorrea o Jaureguizarra construído ya en 1.496. La Iglesia parroquial del Salvador del siglo XVIII requiere una obligada visita.
En Irurita podemos encontrar el único ejemplo que existe en el Valle de una ferretería en la que se herraba el ganado en el porche cubierto.
Es el pueblo más alto del valle y primer pueblo viniendo desde Pamplona por Belate, a través de la NA-121 en dirección a Francia, situado en la ladera del monte Santa Barbara. Grandes canteras de mármol, de donde se cuenta que viene el mármol de la estatua de Colón en Barcelona o del mismísimo Kremlin de la Plaza Roja de Moscú.
Destacamos la ornamentación realizada en la fachada de la Casa Etxatoa, la Iglesia de San Pedro, de reciente construcción. el Palacio Galtzaga del S. XVIII, hoy establecimiento hostelero y Jauregia (otro palacio).
a los pies del altivo monte Abartan. Abundan las construcciones megalíticas: dólmenes, túmulos y crómlechs.
A la entrada de Berroeta encontrará una zona habilitada para aparcar. Les recomendamos primero visitar Berroeta, su iglesia y su bella plaza. En pleno bosque encontrarás unos enormes castaños podados con formas caprichosas.
Berroeta es uno de esos pueblos a los que no llega prácticamente ningún turista, por lo que si lo que estás buscando es algo auténtico, sin florituras ninguna para captar forasteros de paso, aquí puedes llegar y no enterarte del paso del tiempo.
Mitología Vasco Navarra
El basajaun
Amalurra (Tierra madre)
Urtzi
Lamia
Elizondo
Zugarramurdi y sus brujas
El fundador de la cerveza Coronita
Un pueblo maldito: los agotes
EGUZKILORE. La flor que protege las casas
Malkorra y sus chocolates
Tradiciones y folklore
MUTILDANTZAK
Baztandarren Biltzarra
Calendario y fiestas
Otros pueblos del valle
Irurita
Almandoz
Berroeta